Lavado de dinero e informalidad, son los efectos que puede generar la aplicación de un impuesto a las remesas, afirmó Jay Guadalupe de León Morado, presidente de la Federación de Tamaulipecos en Houston, Texas.
Dijo que sería muy injusto este gravamen, por lo que considera viable que los paisanos envíen los recursos a sus familias a través de los Consulados mediante el Banco del Bienestar y no recurrir a empresas privadas.
Espera que no se apruebe la medida, o que la Corte, en su caso, la detenga, pero mientras tanto, pide que el Gobierno de México, como de los estados y países latinoamericanos, alcen la voz de una manera contundente contra esa política.
Tamaulipas recibió por remesas el año pasado más de mil 100 millones de dólares, por lo que, tomando como referencia esta cifra, el impacto de una tasa del 5% sería superior a los 55 millones de la moneda verde.
“Esperemos en Dios que no se apruebe, y si pasa, que la Corte lo frene, porque no es un rey este señor, pero también que nuestros gobiernos levanten la voz para pronunciarse contundente y enérgicamente contra ese impuesto”, apuntó Jay de León.
Expresó que los migrantes ya contribuyen fiscalmente con el gobierno norteamericano y no hay razón para endosarles otra carga tributaria que impactaría a muchas familias.
“Es injusto que quieran quitar más dinero a los migrantes que buscan apoyar económicamente a sus seres queridos; se fomentará la informalidad porque se buscará la manera de hacer llegar el recurso sin pasar por canales fiscalizables, y hasta sería más fácil el lavado de dinero, se puede prestar a eso”.
De León Morado explicó que hace algunas décadas no existía el servicio de envíos electrónicos y los paisanos de Tamaulipas hacían llegar el apoyo económico a sus hogares en México a través de compañías transportistas.
“Antes de que los servicios formales de envío de dinero dominaran el mercado, en la frontera existían compañías locales que operaban sin tanta regulación y facilitaban el envío de remesas, funcionando como intermediarias entre los migrantes y sus familias; recuerdo una de fletes que llamaban Los Piporros y operaba en toda la zona de Reynosa-Brownsville y Matamoros-McAllen y todo se mandaba en efectivo”.
Expuso que con ese tipo de medidas, se busca crear pánico y desalentar la migración, colocando el mensaje de que la situación en Estados Unidos está bien difícil y no se puede ni enviar dinero a las familias en México.
“Están creando pánico para que los migrantes, solitos, se vayan, para que se desestabilicen, o que si pensaban venir no lo hagan”, comentó el tamaulipeco, quien fue indocumentado durante 28 años, pasando de trabajar en labores del campo a ser empresario y activista.
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